Enseñar, aprender y aprobar
En numerosas ocasiones hemos oído, leído o incluso afirmado que cada persona es distinta y no es justo buscar similitudes ni diferencias entre personas; o como se suele decir más coloquialmente: las comparaciones son odiosas…
Ciertamente cada alumno y proceso de aprendizaje es único, consecuentemente siempre es complicado generalizar patrones, errores, e incluso herramientas. En este artículo, intento recabar y explorar precisamente este controvertido tema a la vez que lograr que sea de utilidad. Aunque evidentemente es un tópico de lo más molido y hay numerosas fuentes para que poder profundizar en ello si os pica el gusanillo o se acrecienta la necesidad…
Algunos de los problemas más comunes con los que nos enfrentamos el profesorado a la hora de preparar, enseñar, guiar o entrenar es precisamente averiguar cuál es la razón, motus o motivación del estudiante en concreto y a su vez intentar compaginarlo con las obligaciones propias del puesto o título que defendemos sin olvidar las generales comunes e individuales del grupo/clase. Ardua tarea sin duda, si se pretende algo más que seguir los pasos programados de un libro.
Primeramente, hemos de presentar información que sea relevante para el alumno; seguidamente relacionarla con sus conocimientos previos para facilitar el proceso de asimilación (acomodación en términos pedagógicos o scaffolding para los vygotskianos) para que finalmente cada alumno lo relacione y organice conforme a su propia estructura mental y lo aplique o transfiera a distintos contextos de forma eficaz. Resumidamente, aprendizaje significativo, como abogaba nuestro amigo Ausubel hace algo más de un siglo.
Cómo pasa el tiempo… pero tiempo es precisamente lo que suele faltar en el aula: deadlines, exams,…
Frecuentemente me enfrento al dilema de cómo convencer a mis estudiantes de que una vez más leer, escribir, escuchar y disfrutar de ello es la base. Desafortunadamente no contamos con tiempo infinito ni los intereses son comunes por lo que aspectos esenciales como la expresión escrita o Writing es una de las partes del examen que menos tiempo se le dedica en las clases; obviamente por lo time consuming que resulta. Además muchos estudiantes se quejan de lo pesado que les resulta escribir debido a la falta de costumbre y el tiempo que les supone.
Primeramente hemos de analizar qué escribir y cómo hacerlo, es decir, analizar las preguntas y contenidos a los que hemos de hacer referencia; a continuación pensar en la estructura concreta de cada tipo de tarea; no es lo mismo el layout de un proposal que el de un essay por poner un ejemplo. Una vez tenemos clara la distribución de párrafos y contenidos pasaremos a pensar o brainstorm como exploraremos cada aspecto, ventajas y desventajas. Teniendo en cuenta el tipo de registro y contexto así como target reader al que va dirigido. Personalmente aconsejo drafting before writing. Sin duda.
